sábado, 26 de diciembre de 2009

sábado, 5 de diciembre de 2009

OLIVERIO GIRONDO


YOLLEO


Eh vos
tatacombo
soy yo

no me oyes
tataconco
soy yo sin vos
sin voz
aquí yollando
con mi yo sólo solo que yolla y yolla y yolla
entre mis subyollitos tan nimios micropsíquicos
lo sé
lo sé y tanto
desde el yo mero mínimo al verme yo harto en todo
junto a mis ya muertos y revivos yoes siempre siempre yollando y yoyollando siempre
por qué
si sos
por qué dí
eh vos
no me oyes
tatatodo
por qué tanto yollar
responde
y hasta cuándo

viernes, 27 de noviembre de 2009

POEMA 9


Como nada sé de música
Geraldine
escudriña apenas mis orejas.

Ni siquiera Phil
encuentra resonancias en mi sonrisa.
No hay consonancia
porque tu oído ha redirigido su atención
y está en dirección opuesta
a mi hoja de ruta –vida.
De repente decidiste
que las notas son apetecibles
si se escuchan en soledad.

Mi cuerpo se empieza a desintegrar
mientras vos
pasás tus dedos por la música
y el teclado de la computadora.

Yo también tecleo
para no ser menos;
Solo que no puedo saber qué pasa
cuando los besos se pierden entre los sonidos
y no termina nunca de pasar este silencio
entre mis ojos espantados.

Vos encontraste tu camino de caricias
y una partitura te viste, te calza,
te da plenitud.

Quisiera yo saber la sinfonía más profunda
para que no tuvieras que huir por una nota.

Susana Lizzi
-Derechos reservados-

viernes, 20 de noviembre de 2009

DILUSIÓN




Cuando llega el fin de la cáscara
y la íntima forma se hace visible
expuesta en su totalidad el músculo del vínculo
el corazón detiene su palabra.
Fuego/ extinto
necesita leños crepitantes
hojas secas
menos años
más manos dispuestas a la caricia sabia
más voluntad y mucho empeño.
Cuando cesa el sonar de las campanas
y se calla la boca que antes besaba y reía
la falta de esperanza estremece la carne
se confunde el dolor con la ira
todo es ceniza gris de un volcán que cubre lo vivo y lo detiene.

Ojos
cuerpos
piernas doloridas
se entregan al cansancio.

El mundo extraña algunos gemidos ya gastados.

No hay consuelo para la resignación.
Los árboles del fin han colgado dos nombres en sus ramas estériles.
Allí estamos
como si nunca nos hubiéramos amado,
insertos en un enjambre de recuerdos
tan lejanos
como mi último estremecimiento voluptuoso.
Es el atardecer, es el ocaso,
un destello me ciega:
es el dolor de no sentir
Aunque más fuerte
es el dolor de no ser percibida por tu esencia.

Con mi último ritmo
bailo al compás del llanto cada día.

Será que el amor se quiebra y se dispersa
pero no se muere así nomás,
se queda un poco.
Si fuera en verdad fuego, como dicen,
volvería a encenderse.

Susana Lizzi
Derechos reservados


miércoles, 4 de noviembre de 2009


Moriré de presencia
de abundancia
porque
conozco
el preciso punto de tu nombre
dentro de mí

A veces,
lo sé
me pierdo en equivocaciones
pero tu ser
alivia mi turbulencia
cura
sana

Prometo
estar algún momento en soledad;
por lo demás
seguí llenándome hasta que
muera
de vos.

jueves, 29 de octubre de 2009

POEMA 8

AÚN
Todavía el asombro
la traducción incierta
la presencia de los interrogantes
y el péndulo que intenta
doblegar la existencia.
Todavía
el mejor
camino
espera.
La figura principal
de lo complejo
es un texto sangrado.
Yo no contaba con tanta bienaventuranza.
Debo reconocerlo
nada es tan malo después de conocerte.

Susana Lizzi
Todos los derechos reservados

sábado, 24 de octubre de 2009

POEMA 7

Nunca tuvimos nada
Pero tuvimos algo
El miedo lo rompió, pero existía
Nos llenaba los ojos y la boca
Nos vistió con su asombro
Y arrulló complaciente nuestros oídos
Su prometedora canción.
Eran días distintos.
Ahondaba la vida su racimo insensato
Cuando al fin me nombrabas
Yo te sentía inmenso.
Las aguas de tu espacio doblegaban el ritmo
De mi sed insaciable.
El miedo doblegó toda impaciencia.
Nunca tuvimos nada.
Nunca tuvimos nada.

Susana Lizzi
Todos los derechos reservados

POEMA 6

Te quiero como si fuera ayer
como si nunca
hubiera
dejado de quererte,
como si al final de tantos años
tu presencia fuera sólo
una celebración
en carne propia.
Te quiero como si ninguna otra huella hubieran
transitado mis pasos
como si el olvido perdonara cada uno de mis recuerdos
como si de pronto
el espinillo se cubriera de flores
y en el campo se esparciera el rocío por los pastos
para que la luna caiga a pleno
sobre la flor de nuestras vidas juntos.
Te quiero como ayer
y sin embargo
no es ayer
es muchos años después
y demasiados.

Susana Lizzi
Derechos reservados

POEMA 5

Un hombre y una mujer se enamoraron
Avanzaron por el sentimiento con pasos crucificados
Estuvieron
En el hondo latir de una sentencia
Y en la superficie azogada del misterio
Se dedicaron a crear un sueño conciliador e innato
Sus manos se tocaron como en la ejecución de un instrumento musical
Sus labios esculpieron la esencia de una vida
Sus ojos sondearon la profundidad de cada alma
Y en la sonoridad de la palabra
Hundieron raíces y escalaron montañas
Un hombre y una mujer
Están perdidos
En la naturaleza de las cosas.

Susana Lizzi
Todos los derechos reservados

POEMA 4


DUDA

¿Y si me muero y nunca?

¿Y si me niego y nunca
gracias al cielo?

¿Y si me muero y nunca
por esas cosas del amor ciego
que arde en secreto?

¿Y si me muero y nunca
como paloma tronchada en vuelo
rota su jaula, yerto su anhelo
leño reseco?

¿Y si me muero y nunca
el próximo invierno
la primavera, el otoño luego,
verano intenso, rostro alterado
solemne cuerpo?

¿Y si me niego y nunca?

Susana Lizzi
Derechos reservados

POEMA 3

DESAMOR

Ya no estás entre estos versos
ya no salta tu magia entre las letras
haciéndole pito catalán a la memoria.
Apenas un vacío ha quebrado la llovizna de las cosas,
apenas una escarcha sutil ha derramado sobre mi corazón su aroma de inocencia
apenas unos granos de sal
me dispensan de hallarte en la soledad de mi vida
cuando abro las puertas a la rutina
y aspiro el aliento de un día más.

Susana Lizzi
Todos los derechos reservados

POEMA II


VÉRTIGO

Tu beso rompió la línea de mi vida
instauró una bandera insaciable en la curvatura de mi piel
y me entrelaza desde el vértice a la esencia
como un jirón enaltecido que me espanta y me enternece.
Tu beso
me ha sumido en la cavilación de un cierto miedo milenario
y ha convocado voraces mastines de filosos colmillos
a romper las ataduras del secreto.
Tu beso me coarta la palabra y el silencio
me hace abismo y altura.
Vi el revés de los sueños mientras tu beso
me atravesó como una espada inquieta y turbadora,
como un ojo de dios,
como una llaga poderosa que asume la secreta vergüenza del dolor y lo potencia
para purificar.
Tu beso
es esa huella cálida que aún ostento en esta boca quemada por tu boca
en estos labios arrasados por la quemadura de tus labios
conflagrado mi cuerpo desde la comisura hasta la profundidad del misterio
que contempla en estado de latencia este morirse hoy porque tu beso
tu beso rompió la línea de mi vida.

Susana Lizzi
Todos los derechos reservados.

POEMA PRIMERO

Este miserable amor
no tiene nada,
hundió la lengua en el barro para amoratarse
olió la sangre
se vampirizó de tiempo
y acabó maloliendo.
Se hizo el distraído,
contrajo el mal de la arrogancia
se demolió en esperas
y cayó como una torre fuera de servicio.
Este amor
que ya no reconozco
es como un aparato de radio de otro tiempo
un destartalado artificio que no arranca
una olla agujereada
un celular sin batería
un tragedia,
no tiene ganas ya de columpiarse
se despeñó sin red
se ha desarticulado
un cable aquí, otro allá
inconexo…

A veces
un sonido susurro
causa estremecimiento
-en realidad
espasmos
de risa
por no decir,
de llanto-.

Susana Lizzi
(Todos los derechos reservados)