jueves, 24 de junio de 2010

ELEGÍA




Voces primitivas me sacuden


fantasmas sin memoria


atemporales mares exigen que pronuncie


la palabra perfecta


porque tu nombre me librará de todo...


Yo quiero


gritar tu nombre que te nombra,


pero no debo


y callo.


Y el silencio me parte con su virtud de espada.


Quiero nombrarte.


Pero no puedo.


Y callo.


Y el silencio me parte en dos, me disecciona,


me deja en un otoño ensangrentado en verde


con una oquedad ineludible...


Quiero nombrarte.


Pero no debo.


Y callo.


Y el silencio


me parte en dos,


me parte


con su virtud de espada.


Susana Lizzi

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