lunes, 8 de febrero de 2010

POEMA RIMA XII




Tú eras el huracán, y yo la alta

torre que desafía su poder.

¡Tenías que estrellarte o que abatirme…!

¡No pudo ser!


Tú eras el océano; y yo la enhiesta

roca que firme aguarda su vaivén.

¡Tenías que romperte o que arrancarme…!

¡No pudo ser!


Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados

uno a arrollar, el otro a no ceder;

la senda estrecha, inevitable el choque…

¡No pudo ser!


Gustavo Adolfo Bécquer