viernes, 27 de agosto de 2010

EN LA CARPETA

Tomé mi amor que asombraba a los astros

y le dije: señor amor,

usted crece de tarde, noche y día,

de costado, hacia abajo, entre las cejas,

sus ruidos no me dejan dormir, perdí todo apetito

y ella ni nos saluda, es inútil, inútil.

De modo que tomé a mi amor,

le corté un brazo, un pie, sus adminículos,

hice un mazo de naipes

y ante la palidez de los planetas

me lo jugué una noche lentamente

mientras mi corazón silbaba, el distraído.

Juan Gelman

1 comentario:

Anónimo dijo...

señor amor

tú que eres motor
sigue girando

para inundar de amor al mundo

STELLA MARIS TABORO